Jugando a la chilena

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Junto con la chicha, la cueca y la empanada de este 18, vienen también otras tradiciones propias de nuestra larga y angosta faja de tierra: Nuestros juegos Criollos. Con la llegada de la primavera nuestros cielos dan la bienvenida a la llegada de miles de volantines de distintos colores, formas y tamaños que inician su temporada.

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Septiembre es el mes ideal para encumbrar a estos personajes de papel, pues el viento primaveral es óptimo para dar vida a piruetas y danzas aéreas. El origen del volantín se remonta a China en el año 200 A.C., y su difusión fue tan popular en Oriente que el calendario chino le dedicó el noveno mes del año (Justo Septiembre!). En Europa, empezó a hacerse conocido en el siglo XVII y su aparición en Chile data de mediados del siglo XVIII.

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Aterrizando un poco, tenemos el emboque, un clásico juego infantil criollo. Para este juego la paciencia y la perseverancia, además del buen pulso, son requisitos fundamentales. En la misma línea, podemos encontrar el trompo, un juguete de madera con punta de metal (para los más avezados) donde se enrolla una cuerda y se lanza contra el suelo haciéndolo girar.

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Tradicionalmente los trompos eran hechos por artesanos y construidos con madera de espino, se buscaba la más resistente para las duras pruebas a las que era expuesto este juguete. Hoy la elaboración se ha industrializado y las maderas son más bien blandas, incapaces de durar en el "quiño", prueba que cosiste en "herir" al trompo perdedor con la punta.

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Pero por juegos Chile no se queda, así que la lista de ellos suma y sigue. El palo ensebado es un típico juego criollo que se realiza durante las celebraciones de Fiestas Patrias. Aunque es un pasatiempo que se originó en la ciudad italiana de Nápoles en el siglo XVI, es una costumbre que está muy arraigada en nuestras latitudes y es practicado por grandes y chicos. Por otro lado, la rayuela es un juego de adultos, que consiste en lanzar tejos circulares y metálicos hacia una raya trazada. Tanto arraigó en las costumbres populares, que llegó hasta nuestros días, sobretodo en campos y aldeas donde se han creado los "Clubes de Rayuela".

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Finalmente, y dejando fuera muchos de nuestros juegos, no podemos dejar de mencionar las famosas luchas de gallos que dieron origen a diversos refranes que aun oímos, como por ejemplo, "en la cancha se ven los gallos", "ser muy gallo", "en menos que canta un gallo", entre otros.
Asi es que compatriotas, no solo a tomar y a zapatear, la invitación tambien es a jugar y a conservar intacta la tradición nacional.